¿Qué es lo peor de vivir en la calle?...
Le pregunté a una señora, persona sin hogar en Los Cristianos en una entrevista hace unas semanas. Y después de unos segundos de silencio me respondió: "No poder cerrar la puerta".
Ésta respuesta me hizo reflexionar. ¿Hasta que punto valoramos todo eso que nos da nuestra casa, por muy humilde que sea? Al menos podemos cerrar una puerta y echar un fechillo para descansar con la tranquilidad de que estoy en un sitio seguro.
Las personas sin hogar no solo están privadas de alimento, agua y abrigo. También están privadas de otro derecho fundamental: la protección física y biológica. Me pregunto hasta cuando....