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Un joven leñador llegó a un equipo de trabajo que estaban talando en una montaña, con el objeto de obtener trabajo. Ese mismo día lo consiguió.
Durante su primer día trabajó con denuedo y como resultado, taló muchos árboles. El segundo día, trabajó tanto como el primero, sin embargo su producción, fue menor que la del primer día. Durante el tercer día, se propuso mejorar su producción del día anterior. Golpeó con furia el hacha contra los árboles, pero sus resultados fueron peores que los días anteriores. Y así ocurrió a lo largo de toda la semana, su producción decrecía cada día que pasaba.
Entonces el capataz, al ver que los resultados del joven leñador día a día empeoraban, le preguntó: ‘‘¿Cuándo fue la última vez que afilaste tu hacha?" El joven leñador respondió: "no he tenido tiempo de hacerlo, he estado demasiado ocupado cortando árboles".
El trabajo, los estudios, las responsabilidades familiares y sociales, los hábitos de vida poco saludables, etc., nos encierran en una rutina de estrés que hace que nos olvidemos de poner a punto nuestras herramientas y recursos para la vida, desde lo cotidiano hasta lo más evolutivo. Nuestro mayor y más preciado recurso somos NOSOTROS Y NOSOTRAS MISMAS. Por ello debemos parar ese "corre corre" cada cierto tiempo y dedicar momentos para nuestro bienestar y crecimiento personal. Es decir, para nuestra propia "puesta a punto".
De no ser así, corremos el riesgo de que llegue el momento en que nuestra hacha empiece a cortar mal (malestar subjetivo, dolores musculares, dolor de cabeza, estreñimiento, problemas de piel, irritabilidad, mal humor, etc.). O incluso no pueda cortar ningún árbol más y no exista manera de volver a afilarla. Es entonces cuando aparecen las enfermedades físicas y los problemas emocionales y psicológicos. Te invito a que reflexiones con esta historia sobre cómo te estás cuidando a ti mismo/a y cómo quieres que sea tu vida en el próximo año 2017.
A continuación te sugiero 10 claves para la “Puesta a Punto Personal”:
Simplifica tu vida.
No te dejes dominar por la ira, ni pases demasiado tiempo pensando, hablando y buscando opinión sobre las cosas que te disgustan.
Simula estar contento/a hasta que lo estés. Si sonríes acabarás siendo más feliz que si no lo haces.
Prueba cosas nuevas.
No insistas en perseguir la perfección.
Práctica ejercicio físico para estimular la energía.
Lee un buen libro.
Canta, baila y ensúciate.
Si el corazón dice una cosa y la razón otra, haz caso al corazón.
Pasa una vez al año por un psicoterapeuta de confianza que haga un "chequeo" general al estado de salud de tu vida.
Te envío un abrazo de energía positiva.