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No acudas a libros, terapias, consejeros o chamanes para conocerte y descubrir quién eres. Jamás podrás "descubrir" quién eres, porque no hay esencia natural y fija. Lo más que podrás hacer es "construir" lo que estás siendo en este momento. Lo que estás siendo no está determinado por el ayer, aunque pueda estar influenciado. Está determinado por los discursos del presente que usas tanto tú como tu entorno para definirte.
Lo hermoso de la identidad y la personalidad es que, al carecer de esencia y ser construídas, pueden ser re-construidas constantemente. Podemos cambiar constantemente, y seguir siendo los mismos. Esto sólo es posible en el ser humano.
Tenemos un pasado sí. Tenemos una historia. Pero lo importante en sí no son los hechos, lo que ha sucedido. Lo importante en cualquier historia es el significado y sentido que le atribuímos a los hechos, tanto nosotros como lo que nos rodean. Esto es la historicidad.
La pregunta no es quién soy o quién he sido, sino quién quiero estar siendo y como quiero re-construir aquello que he sido (o me han hecho creer que he sido) desde la libertad crítica.
El poder neoliberal busca capitalizar "El Ser", creando identidades fijas y estáticas, para así, poder asignarle roles estables y crear necesidades que promuevan el consumo y el flujo del capital.
No soy hombre, ni español. No soy trabajador social. No soy gay. No soy hijo, ni hermano, ni amigo... pero tampoco soy lo contrario. Esto no son más que funciones. Papeles que me toca o he elegido desempeñar para vivir en sociedad. Simplemente estoy siendo, sin más...
Hay que acabar con la sobrevaloración del ser y las identidades ... Acabemos con la superioridad del verbo ser y revaloricemos el verbo estar. No es útil ser esto o ser lo otro. Lo útil es "estar siendo", momento a momento...